Los controles fronterizos son cosa del pasado, pero ¿y las fronteras digitales? Una nueva legislación aprobada por el Parlamento Europeo permite a los consumidores llevarse su contenido en línea a cualquier lugar de la UE.
Transcripción:
Muchos actores y otros creadores se ganan la vida con los derechos de autor. Están organizados a escala nacional: los derechos sobre una película, por ejemplo, deben adquirirse en todos los países donde se distribuya. Los europeos utilizan cada vez más las plataformas de streaming para ver esas películas. Pero surge un problema: ¿qué ocurre cuando viajan? A menudo la suscripción se interrumpe en la frontera. Necesitamos un sistema que permita la movilidad. Por eso la portabilidad resuelve el problema de preservar la territorialidad a la vez que permite la movilidad temporal del contenido al que un ciudadano se haya suscrito en su país. El Parlamento ha adoptado una nueva legislación que permite a los consumidores disfrutar temporalmente de los mismos contenidos de música, programas o películas en cualquier lugar de la UE. Si vives en Alemania, por ejemplo, pero te vas a España de vacaciones o a visitar a un familiar o a trabajar, podrás acceder a los servicios contratados en Alemania desde cualquier otro país de la Unión, porque el texto abarca toda la UE. Las plataformas podrán comprobar el país de residencia de sus suscriptores, por ejemplo pidiendo un certificado fiscal o una factura de teléfono. El gasto en vídeo digital ha crecido exponencialmente en los últimos años, y un 60 % de los jóvenes europeos esperan acceder a su contenido en línea vayan donde vayan.
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